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La Coca (Quechua: kuka), cuyas hojas han sido usadas como alimento y medicina desde hace más de 6000 a. C está considerada una planta divina totalmente integrada a la sociedad andina proporcionando energías extraordinarias para vencer la geográfica accidentada de su hábitat y curar todos los males. Además, la hoja de Coca, es un símbolo de tradición e identidad cultural.

Cuenta una vieja leyenda que el fundador del Imperio de los Incas, Manco Cápac, el hijo del Sol, bajó un día del cielo y se dirigió al lago Titicaca para enseñar a los hombres a cultivar las tierras, y les ofreció la planta divina, cuyas hojas, mascadas, hacían recuperar las fuerzas perdidas por el agotamiento. Esta relación mágico-religiosa ha estado siempre presente en cada una de las actividades  andinas, desde su nacimiento hasta su muerte llegando hasta nuestros días. Así, la hoja sagrada siempre ha estado presente en las diferentes etapas de la vida de los Andes.

El chacchado, el consumo tradicional de la hoja de Coca. La hoja de Coca tiene una función alimenticia y medicinal además de la sagrada y los indígenas utilizan este producto natural para mitigar los efectos del hambre, sed y cansancio. Es tan importante esta planta en las comunidades, que los españoles que llegaron al Nuevo Mundo la utilizaron como moneda de cambio entre los habitantes de los Andes.

Para las personas andinas la Coca era la primera mercancía y en particular la de mayor liquidez y circulación, cumpliendo de esta manera el mismo papel que la moneda para el mundo occidental. Otro aspecto muy importante en los protocolos del mundo campesino andino es el consumo de la hoja de Coca. El cariño del hogar campesino es que le inviten Coca, la cual será recibida con las manos juntas, porque es de educación y buenas costumbres y un nexo de unión entre las personas facilitando las relaciones.

El acto de mascar Coca es una cuestión de etiqueta, por tanto se debe hacer correctamente. El elemento básico es el K´intu, que es un puñado de dos o tres hojas de Coca seleccionadas cuidadosamente, puestas una encima de otra o en forma de abanico agarradas entre el dedo pulgar e índice.

El K´intu es la forma en que uno ofrece Coca y se pone delante de la boca, soplando sobre él y poniendo la intención de llamar con el aliento a las divinidades. Este ritual se llama Pukuy (soplido). Solamente después de realizar este protocolo se mastica el K´intu. Se preparan el K´intu ofreciéndolo al compañero con una de las frases tradicionales de invitación: Hallpakusunchis (mastiquemos Coca juntos).

El compañero acepta con gratitud y sopla sobre las hojas antes de mascarlo. Después él ofrecerá a su homologo su K´intu en un intercambio basado en la reciprocidad

La Coca (Quechua: kuka), cuyas hojas han sido usadas como alimento y medicina desde hace más de 6000 a. C está considerada una planta divina totalmente integrada a la sociedad andina proporcionando energías extraordinarias para vencer la geográfica accidentada de su hábitat y curar todos los males. Además, la hoja de Coca, es un símbolo de tradición e identidad cultural.

Cuenta una vieja leyenda que el fundador del Imperio de los Incas, Manco Cápac, el hijo del Sol, bajó un día del cielo y se dirigió al lago Titicaca para enseñar a los hombres a cultivar las tierras, y les ofreció la planta divina, cuyas hojas, mascadas, hacían recuperar las fuerzas perdidas por el agotamiento. Esta relación mágico-religiosa ha estado siempre presente en cada una de las actividades  andinas, desde su nacimiento hasta su muerte llegando hasta nuestros días. Así, la hoja sagrada siempre ha estado presente en las diferentes etapas de la vida de los Andes.

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El chacchado, el consumo tradicional de la hoja de Coca. La hoja de Coca tiene una función alimenticia y medicinal además de la sagrada y los indígenas utilizan este producto natural para mitigar los efectos del hambre, sed y cansancio. Es tan importante esta planta en las comunidades, que los españoles que llegaron al Nuevo Mundo la utilizaron como moneda de cambio entre los habitantes de los Andes.

Para las personas andinas la Coca era la primera mercancía y en particular la de mayor liquidez y circulación, cumpliendo de esta manera el mismo papel que la moneda para el mundo occidental. Otro aspecto muy importante en los protocolos del mundo campesino andino es el consumo de la hoja de Coca. El cariño del hogar campesino es que le inviten Coca, la cual será recibida con las manos juntas, porque es de educación y buenas costumbres y un nexo de unión entre las personas facilitando las relaciones.

El acto de mascar Coca es una cuestión de etiqueta, por tanto se debe hacer correctamente. El elemento básico es el K´intu, que es un puñado de dos o tres hojas de Coca seleccionadas cuidadosamente, puestas una encima de otra o en forma de abanico agarradas entre el dedo pulgar e índice.

El K´intu es la forma en que uno ofrece Coca y se pone delante de la boca, soplando sobre él y poniendo la intención de llamar con el aliento a las divinidades. Este ritual se llama Pukuy (soplido). Solamente después de realizar este protocolo se mastica el K´intu. Se preparan el K´intu ofreciéndolo al compañero con una de las frases tradicionales de invitación: Hallpakusunchis (mastiquemos Coca juntos).

El compañero acepta con gratitud y sopla sobre las hojas antes de mascarlo. Después él ofrecerá a su homologo su K´intu en un intercambio basado en la reciprocidad.

 

Agosto, el mes de la Pachamama.

El mes de agosto, es el periodo en que se realizan las ofrendas a la Tierra. Toda la cordillera andina festeja de forma ritual, la gratitud recibida por las divinidades benefactoras y se les ofrece las mejores hojas de Coca como un tributo por brindamos amorosamente los diversos frutos alimenticios que nos han nutrido a nuestra persona, familia y comunidad. 

El llamado PAGO A LA TIERRA, es una costumbre ancestral que hoy en día se practica en comunidades indígenas como un gesto de reciprocidad: "si tú me has hecho ese favor, pues yo te devuelvo el mismo favor, como agradecimiento". La reciprocidad, el móvil de la sociedad andina, caracteriza la relación entre seres humanos y el Tirakuna (lugar sagrado). La dimensión religiosa o ritual de la hoja de Coca permite establecer vínculos profundos con la naturaleza, así como en la religión católica el higo y las uvas tienen un carácter sagrado, para la cultura andina, la Coca es una planta cuyo significado ritual implica la conexión con la divinidad. Los sacerdotes depositan hojas de Coca en sitios previamente escogidos y elevan plegarias a los dioses, implorando una Tierra más fértil y mejores cosechas.

El pago a la Tierra se realiza cavando un hueco orientado hacia los Apus (montañas) con hojas de Coca, semillas, alcohol y cigarrillos como ofrenda a Pachamama.

La hoja de Coca es un símbolo de tradición e identidad cultural presente en todas las comunidades indígenas andinas desde tiempos ancestrales, elevemos nuestras oraciones a Pachamama, Madre Tierra por tantas bondades que nos da y pongamos la buena intención con nuestros hermanos apoyando el mes de nuestro hogar.

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