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Mientras escuchaba una de las canciones que más me gustan de Simon & Garfunkel me he topado con el descubrimiento de Martin Seligman, psicólogo de la Universidad de Princenton: perros sometidos a descargas eléctricas de las que no podían escapar, aprendían a no hacerlo cuando tenían la libertad de hacerlo. Cuando se asume el desamparo, nos invalida para avanzar, crecer o actuar. Hay muchas formas de revertir ese aprendizaje que niega nuestro ser, tanto desde la ciencia como desde el chamanismo, gracias al las plantas sagradas, maestras.

Todos hemos visto a nuestro alrededor personas que caen en el desamparo y se abandonan a cualquier avance.

–La perpetuidad de los problemas siempre es un auto-afirmación que bloquea el cambio; siendo la mayoría de esos problemas pasajeros les dotamos de una autoridad que nos real.

–La implantación de un mandato.

Aunque nos parezca enorme, un problema o un temor no deja de ser un globo que anhela ser pinchado por el alfiler de nuestra voluntad.

–La identificación de nosotros con el problema.

Cuando emerge el miedo, lo tenemos que asimilar como lo que es de verdad, el umbral para avanzar y mejorarnos: una oportunidad para Ser. En frente de todo esto, ¿te atreves a dar un paso al frente? ¿Cómo afrontas los miedos o problemas?

Ana Hatun Sonqo