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El reciente éxito de la película Le Mans '66' de James Mangold, me ha hecho reflexionar sobre el poder real de cambiar el curso de nuestras vidas. También mi experiencia en consultas personales me ha llevado a desarrollar algunas ideas que os expongo en esta entrada del blog.

¿Por qué estás haciendo cursos, talleres y consultas personales para cambiar tu vida y no consigues nada?

¿Siguen las mismas situaciones, se repiten las circunstancias sin diferencia alguna? Es más, estás inmerso en una desesperanza, pero... ¿algo te impide reaccionar de forma diferente?

Siempre estamos pensando en las cosas que no queremos que pasen  pero finalmente acaban confirmándose nuestro temores.

¿Qué pasaría si tuviéramos en cuanta que, a veces, las situaciones no cambian de forma rápida?

¿Y qué depende de cada persona y de su propia historia biográfica?

¿No funcionaríamos de mejor modo optando por la paciencia, la reflexión y el enfoque correcto de nuestros pensamientos?

Daremos algunas pautas muy básicas que pueden acompañar a las personas para realizar cambios en su vida.

1- Actitud. La persona tiene que tener una buena predisposición para querer cambiar.

En muchas ocasiones, prefieren estar en el caos conocido antes que entrar en nuevas situaciones desconocidas. Hemos de ser audaces y dar un salto al vacío.

2- Valentía. “De los cobardes no se ha escrito nada”. Este es un dicho que mi abuela me repetía cada día de mi vida. Y, curiosamente, es una constante de mi buena energía.

Tenemos que esforzarnos por salir de nuestra zona de confort. Como consecuencia de enfocarnos hacía aquello que sabemos que nos puede ayudar obtendremos cambios perdurables.

Por lo tanto decídete a saltar la linea roja del miedo para entrar en la valentía.

De los cobardes no se ha escrito nada

3- Perseverar. Seguir, seguir y seguir. No existe otra fórmula. Antes del gran cambio la vida te pone pruebas para ver si hay la actitud y valentia para enfrentarlo. Parece que la persona tiene que poseer una voluntad de hierro para querer cambiar. Primero aparecen los apóstoles con las buenas nuevas y ,después, llega el Mesías con la gran recompensa. Cambiar una forma de conducta no es algo que llega de la noche a la mañana.  También hay que estar muy atentos a nuestra forma de funcionar para poder cambiarla.

4- Responsabilidad. Todo depende de ti, al menos en un 90%. Es más: tú eres el que origina cambios. Tú eres quien tiene el poder. Tú tienes la fuerza y saber que depende de ti te proporciona la energía necesaria para asumir una responsabilidad sobre todo lo que ocurre en tu vida. Porque se acabó dar las culpas a la superstición  caduca y obsoleta.

¡Ni magias, ni mala suerte ni nada! El poder está en ti.

¡Ni magias, ni mala suerte ni nada!

5- Espíritu guia. No buscar el éxito material, reconocimiento, mayor poder: El deseo de un cambio debe llegar desde lo mas profundo del ser,  proceder del anhelo consciente de querer progresar interiormente. Solo así podrá cambiar las situaciones externas que son un reflejo de lo que hay adentro de todos los seres.

6- Compromiso total. Solo avanzará en el cambio, sin reparar en obstaculos, aquel que sea capaz de comprometer su vida en el propio cambio. Es una cuestión de ser el cambio, de vivirlo en todos sus planos y facetas.

Como resultado debes mutar a ser esa persona que cambió y, para ello. renunciar a lo que eres para que nazca esa otra persona que habita en ti y que es la que se compromete. Por consiguiente tu conducta ha de ser completamente diferente. Tu caminar, respirar, mirar, tocar y, sobretodo,  hablar debe hacerse desde el Ser comprometido.

7- Silencio. Si quieres un cambio, cierra la boca. Como dice un buen amigo, la palabra es plata pero el silencio es oro.

Deja que quejarte, blasfemar, victimizarte ante los demás. Ten un minimo de dignidad por ti mismo. Haz cosas diferentes para tener resultados diferentes. Cuando inicies el proceso, tu instrucción de cambio, debe ser un secreto de estado, nadie ha de estar al corriente de ello. Silencio.

Cuando verbalizamos destruimos las energías nuevas que llegan a nosotros para apoyarnos: Se asustan. En cambio, el silencio hace florecer y crecer lo más profundo de nosotros. Finalmente el cambio solo llega desde lo mas intimo.

Si quieres un cambio, cierra la boca

Al inicio da que pensar. Tal vez el paso a dar está en darlo de verdad. Por lo tanto deja de pensar y actúa en consecuencia.

Ana Hatun Sonqo