En estos días varios alumnos de chamanismo planteaban una cuestión muy interesante; si seguíamos las tradiciones o por el contrario imitábamos lo que otros hacen. Vamos a definir estos conceptos.
Entendemos por tradición la transmisión y/o comunicación de ritos, costumbres, etc. de generación en generación.
El chamanismo, honra las tradiciones, el conjunto de prácticas ancestrales destinadas a la comunicación del ser humano y la creación. Una de las máximas es la integración del todo, de nuestro entorno natural y adherirnos así a la tierra, los animales, las plantas y las piedras, a la conexión con el universo.
Cuando realizamos una imitación de alguna cosa estamos copiando fielmente otra o también podemos hacer una replica exacta de algo original que pretendemos sustituir como la falsificación de un diamante.
El tema es complejo. Que somos actores imitando personajes ancestrales? O somos recuperadores de nuestros orígenes? Todo depende de algo que no podemos controlar y que es tan sencillo como ser uno mismo.
Si, siendo como somos en esencia, cada uno de los seres humanos con su propia idiosincrasia, hacemos que se mueva el mundo, las circunstancias y nosotros. La autenticidad de cada persona genera la magia y el impulso de la propia vida.
Hablando de imitaciones... Es muy fácil para los expertos identificar un diamante falso del original. En la calidad es donde se ve lo auténtico de lo fraudulento. Obviamente, no es lo mismo. Parecen iguales pero no lo son. La clave es la calidad.
Sabiduría y aprendizaje.
En el chamanismo hay muchos referentes para autentificar lo genuino del timador; el calor humano, la atención, dedicación, entrega, compromiso, congruencia... Como decía el gran maestro Jesús: " por sus obras los conoceréis". Por eso lo falso es mas barato.
La sabiduría no se compra ni se vende. Jamás! Aprendemos, por supuesto, a entender y retener informaciones fundamentadas en las experiencias de otros, pero hay más, en nuestro interior están los códigos ancestrales donde conectamos con la fuente del saber. Y eso es personal, pertenece a lo auténtico.
La sabiduría se obtiene con el bagaje y la experiencia personal. No se busca, sale a tu encuentro y como la semilla crece en cada uno de los seres humanos para ser compartida con toda la creación. El sabio jamás impone ni obliga.
El mediocre, al contrario, debe alzar la voz por encima, descalificar a otros y buscar infamias para demostrar aquello que pretende ser. Esa es su manera de llamar la atención.
En busca de la verdad.
En esta gran época de la información instantánea donde las distancias son inexistentes, todos somos uno en busca de nuestra verdad. Las comunidades rurales pierden sus tradiciones ya que las nuevas generaciones buscan oportunidades en las megalópolis modernas y estas pretenden recuperar los orígenes de la humanidad. Tradicionalistas e imitadores, juntos, unidos por un vacío existencial en un mismo espacio, en el planeta tierra.
Retomando el inicio de este artículo, tradiciones o imitaciones? Son polos opuestos de una misma línea. La tradición surge del amor y la honra a los ancestros y la imitación se fundamenta en el miedo a no ser aquello que pretendes.
En que lugar estas tu? Tradición o imitación?
Ana Hatun Sonqo