Impresionante relato de una participante en la ceremonia del solsticio de verano 2015, nuestra gratitud y respeto por estas valientes personas.

Mi agradecimiento

Hace unas semanas asistí a una ceremonia de Ana Hatun Sonqo, un ser especial, divino, Chamana por excelencia, con una increíble calidad humana, llena de sabiduría, intuición, poder y energía, guiada siempre por un increíble Don: visualizar, conectar, comunicar, tratar, limpiar, sanar.

Ana, quiero darte mi infinito agradecimiento por ayudarme a encontrar mis rincones internos oscuros y anclados, y hacer, con la ayuda de tu sabiduría y terapias chamánicas, una limpieza de todo lo malo que poseía mi cuerpo y ser de esta y otras vidas ya vividas.

Sin duda alguna, ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, conocerte a ti y a ese magnífico equipo humano que te acompaña, Fabián, Jose, Alba, Raquel... Mil gracias por existir y transmitir, graciaaaaas a todos!!!

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La gestación de mi enfermedad

Conocí personalmente a Ana el 13 de abril 2015, tenía su contacto desde noviembre guardado en un cajón de casa, no sé por qué pero pasaron unos meses hasta que decidí llamarla.

Asistí ese día a su consulta muy contenta e ilusionada, algo en mi interior me decía que hacía lo correcto, iba por el camino donde encontraría la solución a mis problemas, principalmente el de mi salud.

En la primera consulta, al rato de hablar con Ana, pude confirmar que el mundo espiritual en el que yo creía desde muy niña, existía, era tal cual yo lo percibía e intuía, eso reforzó mi Fe y sacó de mí la fuerza necesaria para levantarme, dar un paso y empezar a caminar de su mano por el camino hacia mi curación.

Sufrí durante 8 meses una enfermedad reumática sin un diagnóstico claro, unos opinaban que era una futura “artritis reumatoide” y otros “fibromialgia”. Tuve fuertes brotes de inflamación, rigidez, calambres, hinchazón... en piernas, brazos, cuello, espalda, tobillos, rodillas, manos, muñecas...

Era horrible, y cada vez iba a peor, el dolor era constante las 24 horas del día e incluso me empezaba a notar incapacitada para hacer mí día a día. Los dos últimos meses fueron los peores, salía de trabajar, y me pasaba las tardes en cama sin poder moverme, ni poder recoger a mi hija del colegio, sin poder hacer con ella deberes, ni peinarla, ducharla, ni jugar con ella, me pasaba los fines de semana en cama sin poder disfrutar de mi familia... Horroroso!!

Jamás me he sentido tan mal, cuánto dolor, cuánta incertidumbre, cuánta rabia, cuánta pena.

Viví durante esos meses de enfermedad un infierno, a día de hoy pienso que ese fue mi purgatorio. Estaba indignada, no entendía como nadie sabía decirme lo que tenía, los meses pasaban y yo cada vez más impedida. Cansada de que ninguno de los especialistas que me vieron no dieran con un diagnóstico y solución, opté por dejar a un lado ese tipo de medicina y me puse en contacto con Ana Hatun.

Después de asistir varias veces a su consulta, hacer meditación, ejercicios de reparación, agradecimiento a la madre Tierra, limpieza de energías vividas y sufridas..., empezaba a encontrarme mejor cada día que pasaba, sin tomar ni nada ni químico ni natural, NADA, simplemente con terapias chamánicas en consulta y mi trabajo interior diario, y de por vida, no se trata de luchar para conseguir, sino una vez conseguido, saberlo mantener.

A los dos meses de conocernos, un día surgió el tema de las ceremonias con toma de medicina Ayahuasca, Ana me explicó en qué consistían y me dijo que si me “llamaba” me pusiera en contacto con ella. No lo dudé, sabía que me ayudaría a terminar de limpiar, purificar, sanar mi cuerpo y alma, así que le dije que sí.

Mi “NO trance”, Mi “GRAN purga”

Y llegó el día de la ceremonia, gran momento para mi y para todos los que asistimos a ella. Éramos un grupo muy distintos entre nosotros, en edad, estilos de vida, carácter..., pero con un objetivo común, pasar un día de convivencia en paz, armonía, respeto y espiritualidad.

Después de pasar la tarde haciendo un ritual de limpieza energética, fantástico, por la noche hicimos la toma de tabaco, el que quería, y a continuación pasamos a la ceremonia con toma de medicina Ayahuasca.

Entré muy tranquila, la sala donde se hizo la ceremonia transmitía mucha paz, la música, el incienso, el olor a tabaco, el precioso altar a espaldas de los chamanes y asistentes, un ambiente en el que se percibían inquietudes, ganas, paz, deseos, nervios, pensamientos...

Cuando me llegó el turno de tomar la medicina, pedí a la Madre Ayahuasca la sanación y limpieza de mi cuerpo y mente, sabiduría, equilibrio y un corazón lleno de mucho amor. Al terminar todos con la primera toma, nos retiramos cada uno a nuestra esterilla. Me tumbé con ganas de cerrar los ojos, dormir y dejarme llevar, estaba cansada, tenía sueño, quería descansar, no preocupaba nada más.

Pues no fue así, al segundo de cerrar mis ojos se abrieron y así se quedaron hasta que terminó la ceremonia, no dormí ni un sólo segundo en unas cuantas horas. A los 10 minutos de estar todos en las esterillas, empecé a ver los efectos purgantes entre mis compañeros, yo nada, estómago y tripas perfectas, y la mente muy despejada, así que me tumbé y cerré los ojos. Al momento noté como si por dentro me tocaran en la matriz, como palpando, acariciando...

Notaba energía en ella, era como si alguien por dentro la despertase. Sentía mucha paz interior, tranquilidad, para nada me angustiaba no dormir ni me agobiaba saber que llevaba horas allí metida. Me limité a escuchar la música tan preciosa que pusieron, tocaron y cantaron durante toda la ceremonia, y a percibir las energías de mis compañeros entre purgas y trances varios.

Un par de horas más tarde me ofrecieron la segunda toma de Ayahuasca, sabía y lo dije en voz alta, que nada más tragarla, la echaría, y así fue, nada más regresar a mi esterilla empezó mi purga. Tal cual llegó a mi estómago salió por mi boca, uuff no paraba de vomitar, y al rato empezaron mis tripas a dar retorcijones, así que me pasé la noche purgando, dando viajes al wc, sudando y sin dormir.

Me ofrecieron una tercera toma, pero no quise insistir, ya tenía lo que iba buscando, purgar, limpiar mi cuerpo, estaba más que contenta!!!. No tuve ningún trance ni visiones, estuve consciente toda la noche, y en ningún momento tuve sensación de sueño ni de cansada, todo eso desapareció nada más tomar la primera vez, me produjo un insomnio que se esfumó por arte de magia al terminar la ceremonia.

Al día siguiente comentamos cómo nos había ido, yo me sentía muy contenta, sabía que me iba con lo que deseé, le pedí a la medicina limpieza y sanación, tenía la sensación que así había sido. No pedí trances, ni viajes, mi prioridad era mi salud, y por ella pedí, así que no sentí decepción por no “viajar”, ni me enfadé ni nada de eso, estaba y estoy muy feliz de haber conseguido mi deseo, el trance ya vendrá o no en otra ocasión si la hay...

Y sus efectos continúan

Los efectos de la medicina no terminaron al salir de la sala, ¡¡qué va!!, continuaron y continúan día a día. Por la mañana, descansamos un rato y al terminar de desayunar, nos despedimos y nos fuimos cada cual para su casa.

Ese día a media noche, estando sola en pleno campo a la luz de las estrellas, hice una meditación, agradeciendo a todos su granito de arena para conseguir mi curación. Al poco rato, noto como desde la punta de los dedos de mis pies, me empiezo a helar, va subiendo esa sensación por las piernas, y sigue subiendo y pasando por huesos, piel, órganos, músculos, pasa por tronco, brazos, cuello y al llegar a la cabeza noto como sale de ella hacia arriba y en un segundo vuelvo a tener mi temperatura corporal. Era una energía muy fría que entró por mis pies y salió por mi cabeza. Espectacular!!!

Al instante me puse a llorar, lloré mucho, pero de alegría, de agradecimiento. Me di cuenta que llevaba dos meses sin enfermedad, para mi era como si hubiese sucedido un milagro.

Después de meditar me acosté, nada más cerrar los ojos noté como algo por dentro de mí desprendía luz, mucha luz blanca, brillante, miré dentro de mí y vi que era mi matriz la que brillaba y emanaba esa luz que se repartía por todo mi cuerpo.

Increíble sensación, no tengo palabras.

Durante los siguientes días tuve con mi pareja una segunda luna de miel, maravilloso. Mi matriz purgó de una manera brutal durante días, desde entonces noto su vibración y energía a diario. A parte de purgar mi estómago, intestinos, piel, ojos y matriz, también purgaron mis riñones y sistema urinario.

A los 3 días de la toma, a media mañana, voy al baño, y sin yo hacer nada, ni apretar, noto como si tuviera dentro de mi una manguera y alguien manipulando el grifo, me salieron 3 chorros gruesos y fuertes de agua, pipí... no sé, era transparente, y solo se paró, ¡¡¡uuff me asusté!!!, ¿de dónde salía tanto líquido?, ¿y quién lo estaba expulsando por mí?. Yo no hacía nada, sólo estaba sentada y sorprendida de lo ocurrido. Me levanto y a los 5 minutos vuelvo a tener sensación de ir al baño, sucede exactamente lo mismo, salieron 4 chorros más idénticos a los otros 3.

Aún sigo sin saber ni entender de dónde salió tanto líquido y quién lo expulsó por mí, una sensación muy difícil de explicar. Mi cuerpo ha purgado por todos los orificios y poros existentes, todo tipo de líquidos, fluidos, sólidos... ha sido increíble, difícil describir la sensación de limpieza que siento y lo bien que estoy.

Me siento en paz, tranquila, con energía, equilibrio, feliz de estar viva y muy agradecida de poder sentir la luz de todos los maravillosos seres que nos protegen y nos guían, tanto de este mundo terrenal como del espiritual.

Estar sana, viva, y feliz, es el mejor regalo que podían darme, no puedo pedir más sólo dar las gracias por todo lo bueno recibido y todo lo malo que he salido de mi. Me comprometo a poner mi granito para que otros puedan encontrar su luz. Vivir sin aprender, ni compartir, no tiene sentido.

Un abrazo lleno de mucha luz, amor y paz. Ojalá veáis cumplidos vuestros deseos, pero no olvidéis que antes de poder ver, hay que creer y merecer.

Una Loba