«Todo en la tierra tiene un propósito,
cada dolencia una hierba para curar,
cada persona una misión que cumplir.
Esta es la concepción de los nativos americanos
sobre la existencia.”
Christine Quintasaket, mujer sabia Salish
Imagínate por un momento flotando en el universo.
Ya que eres muy ligero.
Vagas por el cosmos sin control.
No sabes lo que ocurrirá porque simplemente te meces en la vasta inmensidad sin rumbo ni destino.
Es más, tienes miedo al no saber qué sucederá.
Ahora imagina otro escenario completamente opuesto. Estás en una pradera con jugoso césped donde los rayos del sol te acarician, es un calor muy agradable en unión con la tierra.
Suena la melodía de una flauta mezclada con el sonido de un riachuelo. Te sientes firme y poderoso.
Así es como la Tierra nos enseña, atrayéndonos con estabilidad y fuerza para cumplir con el misterio de la vida.
Y cada uno de los seres humanos debe sentir que está aquí para cumplir con ello con seguridad. El gran Espíritu nos hizo personas para estar unidos a la Tierra.
Si hubiera querido que voláramos nos habría hecho águila.
Todo en la Tierra tiene un propósito y el tuyo es honrarla, tomar de sus hierbas para curarte, de sus vegetales para alimentarte y, sobretodo, sentir la concepción de eres su hijo viviendo una experiencia humana.
Así de sencillo es…
Ana Hatun Sonqo
