Image

Este testimonio es la primera experiencia de un iniciado con la Planta Ayahuasca. Su asombroso  relato esta pleno de sinceridad y espontaneidad. Esperamos que disfrutéis con esta vivencia.

Primera parte:

Hola a todos, soy un hombre Acuariano de 42 años, no hace mucho tuve mi primera experiencia con Ayahusca, escribo esto para recordar y tener presente en mi memoria lo ocurrido ese día. Comparto con vosotros mi experiencia, intentaré hacerlo bien... poneros cómodos, criaturas.

El primer contacto:

A finales de los 90 leí por primera vez a Castaneda y fue una revelación ver que con el peyote y la persona adecuada a tu lado podías aprender muchísimo de ti, que todo lo que te sucedía en esa realidad tenía un porqué. Sin saberlo, ya había plantado la semilla de la madre ayahuasca- abuelito peyote en mí, solo era cuestión de tiempo que apareciese ese momento y esa persona.

Unos 5 años atrás había tenido un mal viaje de LSD. Fue una bajada a mi infierno personal con todos mis demonios esperándome, “TODOS”. Me costó muchos años conocerlos y aceptarlos, para después quitármelos de encima y comprender que fue el despertar de un niño al mundo adulto.

Algo así, es una experiencia muy potente y más en un chaval de 25 años regado de ácido hasta las orejas. Le cogí muchísimo miedo a cualquier experiencia lisérgica durante muchos años. Cuando vi la película Blueberry en el 2004, un thriller que escenifica de forma magistral, que es un trance chamánico, con una planta maestra, me prometí a mi mismo que antes de morir tenía que pasar por esa experiencia.

En el 2006 hablé por primera vez con Ana, por teléfono por un asunto totalmente diferente. Buscaba un grupo de percusionistas que participaran en encuentro de los 8000 tambores por la paz y por las "casualidades" de la vida conocía al grupo y alguien le pasó mi número de teléfono.

Después de hablar un rato, cuando le pregunto a que se dedica,  al pronunciar las palabras chamana un escalofrío mezcla de miedo e inseguridad  recorrió todo mi ser. Le pase el contacto del grupo y no volví a hablar con ella hasta que en el 2011-12 un buen amigo y hermano se inició en el chamanismo y obviamente, Ana era su maestra.

El día que me la presento ¡menuda sorpresa! descubrimos que ya habíamos hablado años atrás, ella era la persona que buscaba un grupo de percusionistas y por “azar” de nuevo se cruzo en mi camino. Estuvimos hablando los tres, me explico toda su trayectoria en  el chamanismo pero no tenía la sensación de hacer el curso. Años atrás estuve haciendo un proceso de crecimiento personal que se llama Rebirthcing (Renacer) en el centro Dabar de Tarragona (Muy recomendable).

El trabajo fue muy intenso y revelador, dejo una huella muy importante y en ese momento no me veía realizando la formación en chamanismo. Ana coincidió conmigo, tampoco me veía en sus clases, pero si en las Ceremonia de Ayahuasca.

Me propone la participación en las mismas, me explica lo que es una Planta Maestra, sus curaciones y todo lo que supone tomar Ayahuasca.  La cosa quedo ahí…

La llamada:

Durante los siguientes dos años unas cuantas veces me invitó a ir pero no tenía esa seguridad ni la certeza de dar ese paso, más bien estaba acojonado y me escaqueaba. Los últimos meses del 2013 era trabajo, casa, borrachera, drogas, trabajo, casa....hacía unos cuantos años que ya no meditaba y tenía un nivel de energía bajísimo.

Vivía en una zona de "confort" (tengo trabajo, casa,...) pero notaba que algo se iba apagando poco a poco en mi ser, con el tiempo uno sabe cómo poner buena cara para que los demás no se preocupen, sonreír cuando no lo estás en tu corazón y cuando apartarte y no compartir. Entonces a mitad de diciembre del 2013 me comentan que el 18/1/14 hay una plaza disponible por si quería asistir. Miro el calendario y veo que ese día empiezo 10 días de vacaciones, en ese momento sé, que ese es día.

Al decirle a Ana que voy, en ese mismo instante noto una liberación en mi ser tremenda e instantánea  que me dice que ya estoy en el camino. Llego mi momento!. Empiezo la dieta, no hay ni miedo, ni inseguridad pero cada día  al escuchar música andina e indígena lloro, no se todavía encontrarle una explicación clara a día de hoy.

Recuerdo que la sensación que tuve durante esa semana se podría resumir en estar paseando por la orilla del mar, hace sol todo está tranquilo y se está bien pero allá al fondo viene tormenta...que nubarrones!!...  Ahora estoy bien y hace buen tiempo.

La toma:

Llegamos a la casa, somos 4 en total, mientras los asistentes preparan el lugar charlamos tranquilamente entre nosotros hasta que nos hacen la señal de guardar silencio que va a empezar la ceremonia, una de las asistentes (Ana “Bro”) me dio una herramienta brutal, que fue vital para esa experiencia: -concéntrate en llenar y vacía tu barriga....fija tu atención!. El misterio y el ritual de la ceremonia me encantó, todo era nuevo y fresco para mí.

Con mucho respeto seguía los pasos que me iban indicando, nos sentamos todos en círculo. Ana después de iniciar la ceremonia me indica que me coloque delante de ella me llena el vaso hasta el límite, le pido que me sane por dentro, ingiero el brebaje (no está tan mala como pensaba, hay ese cocinero….) vuelvo a  mi sitio y cuando todos han tomado nos acostamos, una música relajante llena la sala.

Al cabo de unos minutos noto que está entrando en mí, cierro los ojos y veo infinitas puertas abriéndose (de madera, piedra, acero...) con figuras mayas en los lados como si fueran un “tetris”, se van alternando con un tubo catódico, abro los ojos veo a un asistente de pie, le digo “ya está aquí” y mientras chocamos los puños y me regala un “buen viaje”, él desaparece ante mí.

Todo es de un blanco marfil y las siluetas están hechas como de trazos negros, aparecen dos seres que medirían unos 3 metros con una silueta de robot triangular, con ojos rojos, sesgados,  se me acercan, me observan y se van, esas siluetas las había visto, en un documental de los indios Hoppy, eran siluetas de extraterrestres que dibujaron en cuevas, diferentes siluetas se acercan y como si de un recién nacido se tratara, viene todo el mundo a verlo.

Las imágenes se van alternando, cada vez noto menos energía en mis músculos , mis pensamientos, mi espíritu se retuerce, noto la medicina más en mí. Jose se pone a tocar el tambor y cada vez que lo golpea, noto unas ondas expansivas vibratorias  en mi corazón como cuando tiras una piedra en un lago,  me susurran al oido : - Si lo quieres más fuerte “grítalo”. De repente grito con el puño en alto: - Más fuerte!. Los asistentes y Ana me dicen que baje la voz, que están todos acostados...eee...mmm ... vale!

Te veo… me ves:

Es oscuro y aparece ante mí un óvalo dorado (que me recuerda mucho al de la carta del tarot, “el Mundo”) salen cuatro serpientes negras con enormes cabezas humanas, es como si fuera un dragón con 4 cabezas, no logro ver su cuerpo, no tienen ojos, ni pelo, ni orejas, ni boca, sólo nariz, una nariz muy pronunciada, muy exageradamente “Maya”, empiezan a olisquear mi alma, noto como huele todo mi cuerpo, las cabezas se alternan para tener una cara a un palmo de la mía, después de olisquear todo mi cuerpo, desparecen.

Me levanto y siento un pánico, como un terremoto en mi alma,  veo a todos durmiendo y oigo a los asistentes reírse, una voz me dice: - Mira nadie ha tomado ayahuasca... todos duermen  han venido a reírse de ti... solo has tomado tú... te están tomando el pelo... - Te conozco...te huelo... No le hago caso. Recuerdo las pautas de Ana “Bro”, lleno la barriga y la vacío,  lleno la barriga... me vuelvo a acostar.

Estoy tumbado, cierro los ojos y veo una la pared que se convierte en una pirámide, veo salir de ella un faraón o guerrero  egipcio, logro focalizar la mirada en su cara y reconozco la perilla del asistente, me mira y noto un halo de protección. - Cuidan de mi!!...estoy tranquilo. Estoy tumbado, a mi izquierda oigo como un rumor de mujeres, jadeando de placer y puro éxtasis, a mi lado derecho oigo un demonio reptiliano, vomitando constantemente, la mezcla de sonidos es tremenda, sobre todo la nitidez y potencia, duro bastante tiempo... Me incorporo y veo a los asistentes como si fueran siluetas de demonios, con ojos rojos. Me miran, les miro.

Me tumbo, “Aquí os espero”. Me incorporo y no tengo fuerzas, ni energía, de repente me veo como un leproso de la india, envejecido, sucio, pidiendo, tirado en un arroyo, pidiendo amor... pidiendo atención... pidiendo...

Se acerca Ana, solo puedo ver su silueta majestuosa y al tocar sus pies, noto mí suciedad interior no tengo energía para sostenerme y me tumbo tambaleándome. Noto la ayahuasca en todo mí cuerpo, ya no es mío, es de ella, se lo entrego, Ana en ese instante empieza a cantar esa canción tan bonita de la Ayahuasca y en cuanto pronuncia su nombre, siento como un ser luminoso se abre camino a través de mi pecho, mientras me arqueo veo interiormente unas manos salir de mi pecho.

Mi alma se eleva y noto como mí espíritu está siendo sometido a una especie de resonancia-luz. Jamás había tenido una visión de mí ser así!. Mientras, mi mandíbula se abre como nunca y mis huesos parecen de goma, de repente se despierta una memoria celular en mi cuerpo y como si se tratara de Neo (protagonista de la película Matrix) cuando quiere aprender, en unos segundos me siento sumerio, maya, egipcio... se despierta una información oculta, miles de vivencias de hombres y mujeres que hay detrás de cada cuerpo... ¡cuanta información! me siento en paz y con gratitud.

La Purga:

Una especie de espíritu mitad cactus-medusa-sepia-serpiente invade todo mi cuerpo, me entrego a una especie de baile, como el movimiento de algas bajo el mar, siento como salen pinchos por todo mi cuerpo y mi lengua, dura bastante tiempo esa sensación. Desconocía que pudiese sacar tanto la lengua y notarla  rodeada de pinchos como si fuera una muñequera heavy... De repente veo el paquete de tabaco. Vomito!.

Tengo la visión de un amigo haciéndose una raya de cocaína. Vomito!. Visiono el hachís. Vomito!. Veo a las personas nocivas de mí alrededor. Vomito!. Aparece la imagen de la marihuana. No vomito y me dicen: - Marihuana sí que puedes tomar y tabaco natural también, le comento esto a Ana y su respuesta fue: - son plantas sagradas, que la planta vaya detrás de ti, debes tener autonomía sobre ese espíritu, que no te domine, todo tiene una luz y una sombra. Reconozco actitudes victimitas mías y vomito. Observo una especie de mancha de chapapote con ojos en el fondo del cubo y en pocos segundos se difumina. - Eso estaba dentro de mí.  

Eso se alimenta de pensamientos tristes, negativos... llevaba parásitos en los cuales me identificaba y de esa manera se alimentaban de mi energía y vitalidad. Es un golpe muy duro. Me siento fatal, estoy muy mareado y me acuesto Estoy tumbado y aparece la cara del chaman que sale en el documental "humano". La identifico enseguida por que lleva una máscara que parece un arlequín. 

La cara ocupa toda mi visión, es enorme. Con esa voz tan dulce me dice: - Yo estoy aquí y ahora tu estas allí. Ayúdame a despertar consciencia y recuerda…  somos uno. Somos todo. Me sopla agua florida y cada gota cae en mi piel como una ducha de purpurina, hace que tenga una visión de mi espíritu elevándose mientras mi alma se cubre de gotas de amor. Noto un bienestar de paz y gratitud que inunda todo mi ser.

El Nirvana:

Veo una fila de personas transparentes unidas por el corazón mientras un ser con forma humana y de led me dice que observe la primera figura humana : - ¿Cristianismo? Sí,  hay amor puro, si. Segunda figura ¿Islamismo?. Si hay amor puro, si. Todo aquello que salga del amor puro no es una religión es una doctrina. Asiento con la cabeza porque lo siento justo, mientras observo cómo se diluyen todas las siluetas de las religiones para acabar en una imagen humana de luz, levitando en posición de meditación, con los 7 chacras brillando, veo sus conexiones de energía en movimiento, me quedo boquiabierto, una voz me dice: - Todo se sintetiza en la meditación. En el ser luminoso que todos llevamos dentro!...el buda interior.

Ese ser flotante se introduce en mi cuerpo y empieza a enseñarme posturas de meditación. Soy una marioneta en manos de un buda que me aporta paz y continuamente me enseña posturas, donde confluye la harmonía y la conexión del amor puro.

Siento una paz desbordante, siento el poder de la meditación, un aura de energía me rodea y con la respiración difumino cualquier sombra que se acerca, sin odio, sin violencia, solo manteniendo mi presencia, respirando, fluyendo, soy como una toma a tierra donde se conecta el universo con la tierra.

Al cabo de un rato noto como un rayo de luz me enfoca los ojos, la misma sensación de cuando sale el sol, en ese instante me veo en una roca en lo alto de una montaña, estoy semi-tumbado de lado, en una mano un aro flotando y girando vestido con una túnica naranja, mientras cientos de otros aros de diferentes tamaños, me rodean y me atraviesan.

Observo una puesta de sol, veo un bosque, un río, el vuelo de un águila mas abajo de mi, todo es de color dorado, todo es paz, todo es perfecto. A partir de ahora sé que es estar en el Nirvana, duro unos minutos que fueron una eternidad... Solo siento gratitud...

Gracias Madre! Gracias Ana!

Que ciego estaba, ya no tengo venda, siento el despertar y la integridad de la energía masculina del guerrero. S.R.