Esta canción nació hace unos años en la selva brasileña, cerca del río Tapajós, después de una ceremonia con Yagé (Chá). Su historia es muy particular, ya que la música y la armonía "bajó" completa y cantada en un idioma extraño, indescifrable.

De esta manera estuve cantándola durante mucho tiempo en Ecuador, Uruguay y España. Las personas solían acercarse a preguntarme en qué idioma estaba cantando, y sus disertaciones eran de lo más variadas, desde derivados del árabe pasando lenguas chinas e incluso hindú.
Mas allá del cuento para mí, es una canción muy sentida, que siempre ha mantenido la misma estructura con una vibración que me hace viajar.

Llegué a España en la primavera de 2019. Conocí a Ana a los 15 días de haber aterrizado, en esa misma primavera. Fue un momento impactante que nunca olvidaré.
Después del primer Retiro Espiritual con Plantas Sagradas de Chamanismo para Todos, en un lugar maravilloso rodeado de naturaleza, la letra de la canción "bajó" nuevamente, ahora traducida al castellano, esta vez a orillas del río Francolí, en mi querida Tarragona. Casi como un dictado, palabra por palabra, se fue completando la estructura original, manteniendo toda su armonía y melodía.

No tardé en presentársela a Ana, y comenzamos a trabajarla juntos para incluirla en el repertorio de nuestras ceremonias.

Entonces les dejamos la letra y la música de esta querida canción con una mística especial, esperando que resuene en sus espíritus tanto como lo hace en los nuestros.

Abro las manos,
suelto las máscaras,
dejo el escudo ahí,
bajo la espada,…

No hay nada que sostener.

Quito mentiras,
dejo ir al dolor,
mi enemigo soy yo,
el tiempo terminó ,
el agua quiere correr.

Como una flor me abro a mi ser.
Abro la jaula de lo que escondí.
Libero todo lo que aprecé.
Suelto el placer que tanto busqué.

Y el miedo estremeció,
todo lo que hay en mí.

Y fue mi corazón,
quien me enseñó a seguir.
Bajé al infierno a ver,
y me encontré al Perdón,
hablando con la Fé,
regándome la voz.

Sana, sana, sana,
cura cura
Limpia limpia