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La música es un puente que nos lleva de un lugar a otro, nos conecta con distintas emociones y nos transporta a través del tiempo y el espacio. La siguiente canción es un recordatorio, es un eco del futuro o quizás un susurro de tiempos ancestrales.

Nació en lo profundo de la selva amazónica, en la exuberante región brasileña del estado de Pará, a orillas del río Tapajós. Una porción de tierra que parece flotar sobre el acuífero guaraní, el más grande de américa del sur, donde las emociones no se pueden esconder, donde lo que ocultas de ti mismo, se te revela.

Rodeado de altos y antiguos árboles, esa canción llegó a mí como un susurro del viento. Inspirada por el canto de un pájaro que repetía un ritmo hipnótico una y otra vez, a pesar de estar en plena selva amazónica, su melodía era un candombe que resonaba lejano profundo y guerrero. Mi guitarra, comenzó a imitarlo a seguir su ritmo, y así la canción se tejió como un regalo de la selva de la naturaleza.

Originalmente concebida en portugués, años más tarde fue traducida para que aquellos que asisten a nuestros retiros, la mayoría hispanohablantes, puedan comprender su significado.
Junto Ana fuimos haciendo los arreglos, los susurros, los coros, las intenciones, los efectos imitando a la maravillosa selva viva que nos recuerda la importancia de la conexión con todo.

No estás sola

No estás sola.
no estás solo.

Tus ojos persiguen arena del desierto, polvareda, ilusión.
Eres como una flor en el medio del bosque, una hoja, una rana, esencial para la belleza de la vida toda.

Cada paso que das, repercute, en el universo entero, en sus habitantes, en todos los tiempos. Sentimos tus pasos.

Oh que idea más tonta.
Oh que idea más escaza.
Oh que idea limitante.

Tu cuerpo es un universo, millones de seres te habitan por dentro, adentro, muy dentro.
Multitudes de células, colonias, órganos, habitándote, habitándome.

¿Y afuera?
Infinidad de formas creando, grupos, sistemas, ríos y venas.

¿Y adentro? ¿Y afuera?

No estás sola.
Como una flor cuerpo del monte, olor fundamental para la felicidad de nuestras narices.
No estás solo.
Tus padres: las estrellas, el firmamento, el sol.
Tus madres: el ancho y misterioso mar, la tierra toda.
No estás sola.
Abren en tu corazón historias.

Encuentra en tu corazón.
Bebe en tu corazón.
Mírate en tu corazón.
Descansa en tu corazón.